No podemos negar que hoy en día las redes sociales son un nuevo lugar de encuentro para la gente joven, e inclusive, adulta. A lo largo del tiempo muchos necesitaron un lugar donde colocar o “compartir” sus opiniones o actividades del día, antes se utilizaba “el diario personal” un tipo de libro con anotaciones. Hoy con el advenimiento de la computación y la conexión a Internet han aparecido muchas nuevas herramientas de uso similar pero que no son tan personales sino que tratan de compartir lo que se escribe a varias personas que les puedan interesar o no.
Estas herramientas, llamadas hoy como redes sociales, tienen un alto grado de aprobación por el alumnado actual. Pensar en esgrimir algo como esto para perfeccionar nuestro modo de dar las clases no parece una idea tan disparatada como, tal vez, hace una década atrás. Para el “monitor”: “En la educación, son muchos los que están explorando usos posibles para las redes sociales, con el supuesto de que hay que estar donde hoy están las nuevas generaciones y la sociedad más general. Hay un uso claro y evidente, que tiene que ver con servir de cartelera o café para encontrarse y compartir novedades, eventos y emociones colectivas. Por otro lado, los muros de Facebook también sirven como espacios de una memoria colectiva donde vamos archivando recuerdos e imágenes que nos ligan con otros.” Opinión que compartimos ampliamente.
En el sitio “theflippedclassroom” se dan siete motivos muy interesantes para utilizar las redes sociales, de los cuales citaremos los primeros tres por ser, a juicio mío, los más interesantes:
1. Compromiso: La utilización de redes sociales y cualquier otro tipo de recursos en red requiere un esfuerzo activo por parte del usuario: el uso racional de estas herramientas para comunicarse e interactuar requiere la participación activa de los estudiantes e incluye oportunidades para lo que se denomina” compromiso emocional”.
2. Aprendizaje Social: Lo “Social” postula la teoría de aprendizaje de Bandura que” las personas aprenden el uno del otro, a través de la observación, la imitación y modelado”. Por supuesto, el tipo de socialización que se produce a través de las herramientas informáticas “sociales” es ciertamente diferente de cara a cara, pero aun así, ofrece oportunidades para el aprendizaje social.
3. El empleo del tiempo fuera de la clase es de más calidad, estos recursos de aprendizaje social pueden emplearse para interactuar con los contenidos, con los compañeros y con el profesor fuera de la clase , y luego ” invertir ” al aula – las actividades que realmente aporten valor al trabajo en grupo, presencial y con el profesor.
Además creemos que los ataques dados a este tipo de práctica educativa como son el tema del separamiento de la conciencia real de una posible virtual es una teórica sin sentido. Una vez más citaremos al “monitor”: “Hay otra cuestión importante, que se vincula al cambio que las redes implican en la trayectoria de la cultura digital de los últimos 30 años. Mientras que al principio del surgimiento de las computadoras se pensaba que el mundo real y el mundo virtual se iban a separar por completo, y que cada uno podría llevar una vida “en línea” distinta y hasta contradictoria con la de su vida fuera de la red, lo que hoy estamos viviendo es que la experiencia subjetiva se alimenta de ambos mundos y que se los usa para expandir la experiencia de las personas. No se trata tanto de un “yo virtual” escindido del real, sino de un sujeto que cruza esas fronteras y las convierte en parte de la misma realidad. Claro que esa realidad ya no es la misma que antes, porque la presencia de las redes digitales impone otras referencias, otros lenguajes para hablar de uno mismo, y otros puntos de contacto entre lo real y lo virtual.”
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